EL PODER DEL PERDÓN
- Lucia Jaramillo

- 1 jun 2024
- 3 Min. de lectura
Feliz inicio de mes. Llegó Junio, el mes para hacer un balance de cómo llevamos el 2024. En nuestro caso es un mes donde venimos a compartir con ustedes sobre un tema que nos apasiona: EL #PERDÓN. Adriana y yo compartiremos nuestras historias y experiencias sobre perdonar en nuestras vidas.

LUCÍA: El perdón es un concepto que desde niña relacioné con la religión. Perdonar es ser bueno y noble. Y por mucho tiempo sentía que era 'mala' por no 'perdonar', por no olvidar. Porque una frase con la que crecí en mi entorno era "yo perdono, pero no olvido" y siempre me cuestionaba esta afirmación, ¿si no olvido lo que me hicieron, cómo puedo pasar página y avanzar?
Conforme fui creciendo, la vida me fue enseñando sobre el perdón, porque, aunque es difícil reconocerlo, es un gran maestro. Viví muchas situaciones donde pensé que me lastimaban, donde me irrespetaban, donde sentía que no era importante, donde me sentí traicionada y abandonada... y me preguntaba ¿Qué hago con todo esto? ¿Tengo que perdonar... pero cómo perdonas si no tienes herramientas?
Me di cuenta que, si sólo estaba parada en la posición de juzgar lo que los otros mi hicieron, estaba perdiendo una gran oportunidad de vivir el presente.
Muchas personas salieron de mi vida por no perdonar y a otras decidí perdonarlas porque era lo que parecía correcto en ese momento.
Hoy reconozco que el verdadero perdón está en el amor propio, en reconocer que los humanos nos equivocamos, en que vivir con ira y rabia no me llevaba a ser mejor persona, sino todo lo contrario. Hoy decido perdonarme y perdonar, por amor, amor a mi.

ADRIANA: Historia de una vida real
En la juventud, al crecer en un entorno familiar envuelto en sombras, donde las voces de parientes, tíos, sus parejas e incluso amistades cercanas entrelazan un tapiz de creencias, cada hilo se convierte en nudos que desafían tu ser en la edad adulta, creando una vida llena de obstáculos y adversidades.
Entre los 20 y los 30 años, atravesé las noches más sombrías de mi vida al experimentar el dolor del #desamor por primera vez. Este suceso desencadenó en mí
sentimientos de odio y resentimiento hacia el que había sido mi "gran #amor".
A pesar de ello, mi vida seguía empeorando, ya que, en mi intento por superar la situación, me involucraba en acciones que complicaban aún más mi existencia. Mis interacciones con hombres profundizaban mis heridas y avivaban mi ira, sintiendo que me habían causado daño y que nunca podría perdonarlos, lo que ampliaba mi lista de rencores.
Al poco tiempo desarrolle me diagnosticaron con #sinusitis y #gastritis aguda lo que me mantenía incómoda y enferma todo el tiempo.
Por muchos años estuve anclada en esta sensación de rabia y con ganas de vengarme "HAY UN DIOS QUE LO VE TODO", tenía sed de justicia y deseaba
profundamente que pagarán todo lo que me habían hecho.
El tiempo pasaba y observaba a otras personas llevando sus vidas con serenidad, mientras yo seguía aferrada al pasado. Lo más frustrante era que la justicia que
anhelaba no llegaba (ESE MOMENTO DE DECIR... NO TE PERDONO).
Hasta que cómo dice el cuento .. mí alma llego al punto de saturación donde mí cuerpo no aguanto más y entré en una #depresión, razón por la cual tuve que pedir ayuda #terapéutica.
Durante este proceso, me di cuenta de que la persona a la que debía perdonar era a mí misma. El conflicto más intenso lo experimentaba conmigo misma, ya que no me
perdonaba por mis errores, por no haberme amado lo suficiente como para permitir todos los abusos y desprecios, y por haberme relegado a un segundo plano.
Que tienes por perdonarte?

Con amor Lucía y Adriana
%20(1).jpg)





Comentarios